La dulzura

La ternura nace de tu ombligo.

Quizás por ello
no dejas que me asome
y me zambulla en él.
Para no arrebatarte
el secreto de su belleza,
para dejarlo contigo.

Pero vienes a mí,
y tus manos buscan las mías.
Tu frente mi frente.
Y es como si de mí también partiera.
Que existiera
en mí también
la dulzura.

Licencia de Creative Commons
Esta obra cuyo autora es Noemí Quesada está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de Creative Commons.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s