Bienvenidos al siglo XXI, recoja su título y pase por caja, que le vamos a cobrar con todo su tiempo, el haber nacido pobre. Recuerde que no se admiten devoluciones, que si protesta, lo único que va a conseguir, es que se le irrite la garganta. ¡Que tenga un buen día! La sociedad del bienestar está encantada de…blablabla… ¡Siguiente por favor!
Vivo en una sociedad enferma,
y no quiero.
Donde es más fácil abrir la boca,
para pedir el último modelo
de cualquier mierda innecesaria,
antes que pedir ayuda,
por sentirse vacío por dentro.
Así se llega al mayor engaño,
estudia y trabaja para triunfar,
y sé feliz con tu sueldo de mileurista. Bebe para olvidar,
pero con Gin&Tonic,
no te quedes demodé.
Aquí,
donde vales más,
cuanto más feliz haces creer que eres. Cuántas más stories subes,
o las fotos con la sonrisa más impoluta,
digna de cualquier anuncio de blanqueamiento dental.
Y por favor,
no te horrorices cuando escuches decir «yo de mayor quiero ser influencer»,
a unos niños sin parques en la mirada.
Vivo en una sociedad enferma,
donde es más fácil abrir las piernas, que decir te quiero,
te necesito,
me haces falta,
o un simple te echo de menos.
Que sí,
que hoy te follo,
pero que ya mañana ni te vi,
ni me acuerdo.
Que venga otro/a,
a borrar el anterior recuerdo,
y así sucesivamente.
Follar para olvidar,
ya sin saber porqué,
ya que ni tú mismo conoces tus penas,
tus traumas, ni tu vergüenza.
No le eches culpa a un sistema,
donde tú mismo eres parte del problema, que nunca nadie ha conseguido nada, desde el sofá de su casa,
ni bebiendo en un bar.
Sal a la calle y quiere ahí afuera.
Un amigo una vez me dijo:
«Si están vacíos, llénalos de fuego»,
y aquí estoy,
diluyéndome en mis propias llamas.
Esta obra cuyo autor es Noemí Quesada está bajo una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de Creative Commons.